14 Rasgos Clave de un Docente Investigador: Más Allá del Aula

En el mundo educativo actual, ser un docente no se limita a enseñar contenidos en el aula. Un docente investigador es aquel que, además de guiar el aprendizaje, se sumerge en la búsqueda constante de nuevas estrategias, conocimientos y soluciones para transformar la educación. Pero ¿qué define realmente a un docente investigador? Aquí te comparto los 14 rasgos esenciales:  


1. Ejerce el poder para ayudar al estudiante, y no se ampara en el poder de su saber para realizar la labor docente.

Un docente investigador utiliza su conocimiento para empoderar a sus estudiantes, guiándolos en su aprendizaje sin imponer autoridad. Por ejemplo, en una escuela  de Palanda, un maestro facilita proyectos grupales donde los estudiantes investigan sobre la biodiversidad local, motivándolos a expresar sus ideas y hallazgos sin temor.

2. Analiza continuamente su proyecto de vida personal y profesional.

Reconoce sus fortalezas y limitaciones, reflexionando sobre su impacto como educador. Un docente de Educación Básica en una escuelita rural podría, por ejemplo, participar en talleres de desarrollo personal para identificar cómo superar sus miedos y mejorar la dinámica con sus estudiantes.

3. Construye una práctica docente congruente con su posición ante el mundo.

Su estilo educativo refleja su compromiso con la sociedad. En una escuela rural, un docente fomenta proyectos de reforestación, promoviendo en sus alumnos el respeto por el medio ambiente y la responsabilidad social.


4. Elabora el discurso educativo todos los días.

Observa e indaga constantemente para evitar la superficialidad. Por ejemplo, un maestro que enseña sobre los incendios forestales en Loja podría utilizar datos actualizados y casos reales para enriquecer sus clases.




5. Abre caminos, no receta fórmulas.

Inspira a los estudiantes a experimentar y aprender por ensayo y error. Un docente podría proponer a los estudiantes diseñar su propio experimento sobre germinación en el huerto escolar, permitiéndoles enfrentar los retos del proceso.

6. Entrega sus propios ojos y conocimientos para que los estudiantes investiguen.

Guía a los estudiantes a explorar y comprender la realidad de manera profunda. Por ejemplo, un docente podría acompañar a sus alumnos en una visita al río más cercano para analizar los efectos de la contaminación en los ecosistemas.



7. Construye teorías respetando el vientre cultural de donde provienen.

Reconoce que las teorías no son neutrales y las contextualiza. En una escuela bilingüe de la región, un docente podría integrar los saberes ancestrales de las comunidades indígenas en el currículo de Ciencias Sociales.

8. Construye valores en su continuo indagar.

Vive los valores que promueve. Un ejemplo podría ser un maestro que lidera con el ejemplo al organizar jornadas de limpieza comunitaria con sus estudiantes y sus familias.


9. Apuesta a la afectividad hacia sus alumnos.

Conoce y valora a cada estudiante, fomentando su potencial. Por ejemplo, un docente que identifica las habilidades artísticas de un estudiante podría motivarlo a participar en exposiciones escolares.

10. Lucha contra la rutina y pone la chispa de la vida al aprendizaje.

Transforma las clases en experiencias significativas. En Palanda, un maestro podría utilizar juegos de rol para enseñar Historia, haciendo que los estudiantes se conviertan en personajes históricos.

11. Comparte con la comunidad educativa sus construcciones y vivencias.

Colabora activamente con otros docentes y familias. Por ejemplo, un maestro podría organizar charlas para padres sobre cómo apoyar el aprendizaje de sus hijos en casa.

12. Forma conciencia crítica para el análisis de políticas y paradigmas.

Involucra a los estudiantes en el análisis crítico de su entorno. Un ejemplo podría ser un proyecto donde los estudiantes investigan los efectos de las políticas ambientales locales y presentan propuestas de mejora.


13. Forma grupos de pensamiento con otros docentes.

Colabora en la creación de tendencias educativas relevantes. En una escuela rural, un grupo de docentes podría unirse para diseñar estrategias que integren el uso del cacao como recurso educativo.

14. Ama y construye el mundo de la vida.

Promueve un aprendizaje que dignifica y transforma. Por ejemplo, un docente podría crear un programa donde los estudiantes entrevisten a adultos mayores de la comunidad para rescatar su historia y sabiduría.

 

Gracias por acompañarme en esta reflexión sobre los 14 rasgos de un docente investigador. Espero que este artículo te haya inspirado a reconocer la importancia de la investigación en nuestra labor docente y cómo podemos transformar la educación desde nuestras aulas.

Recuerda que el camino del aprendizaje es infinito, y cada paso que damos como docentes investigadores contribuye a un futuro mejor para nuestros estudiantes.

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¡Hasta la próxima entrada! 🌟

Bibliografía: Presentación de Clase Encuentro SEMANA 7.pdf 
file:///C:/Users/HP/Documents/tercero/INVESTIGACION%20EDUCATIVA/Art%20-%20El%20profesor%20como%20investigador%20SEMANA%207.pdf

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